De Mareo a El Molinón (1)

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El fin de semana trajo cosas positivas y negativas en la actualidad del fútbol base, o formativo como se dice ahora, sportinguista. Por un lado, el primer equipo terminó su partido en Santander con tres jugadores que empezaron la temporada en el filial. Son los casos de Pedro Orfila, Gálvez y Mendy. El primero de ellos se consolida en el lateral derecho de la retaguardia, y volvió a mostrar una gran solidez defensiva, esa misma de la que había carecido el equipo durante toda la temporada. Si continúa en esta línea podría cerrar muchas bocas (la versión light del comérsela doblada tan de moda) de todos los que creían, entre los que se incluye el que suscribe, que no tenía calidad para la Primera División. ¿Cuántas veces hemos oído eso de si Mareo no da ni un lateral derecho habría que cerrarlo?

Mendy y Gálvez, son a diferencia de Pedro, de los que tomaron el atajo  del camino entre Mareo y el Molinón, de los que fueron incorporados directamente al filial. En definitiva, no considerados canteranos en el sentido más puro de la expresión, pero que no dejan de ser jugadores que cumplieron en la Escuela de Fútbol la última fase de su ciclo de formación. El senegalés estuvo muy activo en el ataque y dejó una buena impresión. A Gálvez le cayó  el marrón de jugar los minutos decisivos del encuentro en el centro del campo, posición conocida por él en sus comienzos en el filial, antes de convertirse es temporada en un sólido central. El resultado final, fue  un inocente penalty que costó el empate. Quedaron fuera Cases y Sergio, mientras que Barrera y Juan Muñiz jugaban con el filial. Se ponía de manifiesto una vez más el abismo entre los gustos de los aficionados y los de  los técnicos.

Del ambiente depresivo que desprende el primer equipo se contagió también el segundo, que volvió a las andadas perdiendo ante el Celta B por 0-2. Segunda derrota consecutiva tras unas jornadas de buen juego y resultados brillantes. No obstante es meritoria la temporada de los chicos de Manolo Sánchez Murias, si bien no gusta demasiado a la afición que disputen de tantos minutos jugadores cuyo ciclo de formación parece que llegó a su fin.

Las alegrías de la temporada las sigue dando el juvenil de División de Honor. Golearon al Pabellón y a falta de seis jornadas lideran su grupo. Además el Roces les echó una mano al empatar con el Celta. Volvió a jugar Juan Mera, que no tiene minutos en el filial, y colaboró con dos goles. El extremo vuelve a disfrutar en un terreno de juego, al igual que los espectadores viéndole desbordar por banda. Un extremo de los que ya no quedan. No tuvo tanta suerte el juvenil de Liga Nacional que dirige Sergio Sánchez, que caía en Mareo frente al Oviedo B. Lección de los azules entre los que se encontraba el internacional cadete Borja, una de esas joyas asturianas que de vez en cuando se escapan de las redes de los técnicos de la Escuela.

Respecto al resto de equipos, el cadete, el alevín y el benjamín continúan firmes y todo parece indicar que conseguirán el título regional. El infantil, a pesar de contar sus partidos por victorias, aún tendrá que sudar mucho ya que les ha salido un Oviedo muy respondón. El título se decidirá en las últimas jornadas en terreno carbayón.

Por otra parte, Alex Serrano y Omar Oliveros participaron en los partidos de la selecciones españolas sub 17 y sub 16 respectivamente contra Bulgaria y Alemania. Alvaro Bustos no pudo acudir por lesión. Semanas atrás, el central Borja López ayudó a la sub 18 a conquistar la Copa Atlántico disputada en Gran Canaria. Se echó en falta al goleador de la generación, el sportinguista Alex García. Los técnicos de la Federación confían más en el madridista Raul de Tomás y en el realista Iker. La Copa de Campeones puede ser un buen escaparate para Alex. La clasificación está al alcance.

Debate de la semana

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