El EBITDA tiene la ventaja, por lo tanto, de eliminar el sesgo de la estructura financiera, del entorno fiscal (a través de los impuestos) y de los gastos “ficticios” (amortizaciones). De esta forma, permite obtener una idea clara del rendimiento operativo de las empresas, y comparar de una forma más adecuada lo bien o mal que lo hacen distintas empresas o sectores en el ámbito puramente operativo.
Centrándonos en la realidad sportinguista, la evolución del EBITDA en su corta estancia en Primera División ha sido la siguiente (en millones de euros):
Como podéis hay altibajos. La razón son los traspasos de Míchel y Cote, que inciden positivamente en las cifras del 2010 y 2012. Por eso me parece mucho más indicativo utilizar otro indicador muy parecido, que es el utilizado por el Real Madrid en su memoria económica: EBITDA antes de enajenación de inmovilizado y que el club blanco define así en su memoria económica:
"El EBITDA (antes de enajenación de Inmovilizado) constituye el excedente operativo que logra el club una vez deducidos de los ingresos de las actividades recurrentes los gastos de personal y el resto de gastos de las operaciones. Es la fuente de recursos recurrentes que dispone el club para acometer las inversiones en jugadores e instalaciones que se definan en su proyecto de desarrollo así como para cumplir con sus compromisos de pago financieros."
Volviendo a la realidad del club gijonés, con este indicador desaparecen los citados altibajos y la tendencia es mucho más clara:
Previsión para las próximas temporadas
¿Y cuál es el futuro en Segunda División? Si miramos el presupuesto para la presente temporada, están previstos unos ingresos de 18,61 M y unos gastos de 18,5 M. Realizando los ajustes explicados anteriormente, obtenemos un EBITDA positivo de 2,07 M. Pero si le quitamos los 2 M previstos en traspaso de jugadores (aunque hoy sabemos que ha sido más) el EBITDA antes de enajenación de Inmovilizado es prácticamente nulo.
Si a ello le añadimos que el seguro por descenso no lo podemos considerar recurrente, pues la próxima temporada se reducirá y las siguientes desaparecerá, es evidente concluir que el Sporting de continuar en Segunda División, tendrá que obtener recursos adicionales a través de la desinversión (venta de jugadores y otros activos) así como recortar gastos ordinarios. Teniendo en cuenta que un 60 % de ellos son gastos de personal, se puede suponer que el presupuesto destinado a la composición de la plantilla se rebajará en las próximas temporadas, de no mediar el retorno a la máxima categoría.