Se preguntará el lector qué tendrá que ver el escritor cartaginés con la Liga de Fútbol Profesional y sus topes salariales. En realidad, es su sobrino Arturo, jugador fichado recientemente por el Córdoba, el protagonista de esta historia, que acabó en una agria polémica entre la LFP, el club califa y el diario ABC.
Empecemos con un breve repaso de lo que es el tope salarial de la LFP, uno de los mecanismos del nuevo Control Económico de la LFP. Con esta normativa se pretende que los equipos no gasten más de lo que ingresan y se fija una cantidad máxima que cada club puede destinar al salario de sus jugadores y técnicos. Aunque he buscado en google dicho Reglamento, aprobado en enero del 2013, no he podido encontrar más que el Reglamento antiguo. En cuanto al nuevo si aparecen un buen puñado de noticias, carentes en su mayor parte de rigor contable.
Hace unos meses me refería a él con motivo de la publicación de unos supuestos topes salariales que la propia LFP había facilitado a la prensa, según pude contrastar en diversos medios. Aclaro, pues es importante, que no es información que se haya publicado en la propia web de la LFP (al menos que yo sepa) pero que los medios que la han publicado dicen que es información facilitada por aquélla.
Según dicha información Zaragoza, Mallorca y Sporting disponían entre 7 y 10 millones para confeccionar sus plantillas. El dato, aunque inexacto, me servía para poner una vez tela de juicio las noticias que sobre dicho límite salían en la prensa gijonesa. Meses más tarde llegó la Junta de Accionistas del Sporting en donde el Director General afirmó que dicho límite era de 6,3 millones de euros incluyendo técnicos. Por no molestar más llegué a autoconvencerme de que 6,3,redondeando mucho, lo podíamos situar entre 7 y 10. En cualquier caso parece que bien el departamento de comunicación de la LFP o bien el directivo rojiblanco se equivocan, o tal vez sea mi comprensión lectora la que hay llegado a su tope.
Más fina estuvo la LFP a la hora de filtrar el tope salarial de la UD Las Palmas en 4,5 millones, cantidad que por lo visto sí se confirmó en la Junta del club amarillo. (segundo párrafo de la noticia).
El asunto es tan oscuro que como comenté en la introducción desencadenó una agria polémica en los alrededores de la Mezquita. Todo a raiz del fichaje de Arturo Juan Rodríguez Pérez-Reverte, que ni él ni su popular tío tienen culpa de este desaguisado.
La polémica comienza cuando el diario ABC publica que el club blanquiverde no puede inscribir al jugador, en base a una consulta a la propia LFP En la respuesta de ésta no se daban las causas, pero según el diario podría deberse al límite salarial.
El siguiente paso lo dio la LFP para desmentir
Al mismo tiempo los dirigentes del club cordobés vetan al diario ABC y los periodistas cordobeses condenan dicho veto.
Por último ABC se defiende publicando la nota inicial de la LFP. El Córdoba solucionó los impedimentos y pudo inscribir al jugador que debutó el pasado sábado estrenándose además como goleador.
Detrás de toda esta historia queda un tufillo a falta de transparencia en la LFP que fácilmente se podría solucionar publicando en sus propios medios y al céntimo los límites salariales de cada equipo. Y sobre todo haciendo accesible el Reglamento de control económico para que los 4 frikis que seguimos ésto nos enteremos un poco de qué va esta película. Pero claro, igual no interesa.
El oscurantismo de la LFP sobre el supuesto "control económico" que realiza a los equipos es absoluto. Sin duda solo buscan un par de titulares para acallar las pocas voces críticas que hay sobre la gestión del fútbol español. Mientras tanto los seguidores de las finanzas del fútbol tendremos que seguir rebuscando para poder analizar cómo está realmente nuestro deporte.
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