Logroño: el comienzo de una sana rivalidad

El pasado miércoles dos equipos de Logroño se enfrentaban por primera vez en Copa del Rey. Sociedad Deportiva Logroñés (SD en adelante) y Unión Deportiva Logroñés (UD) se jugaban en el terreno de juego y en la grada la supremacía del fútbol riojano. Dos equipos con nombre y escudos similares, pero con formas de gestión opuestas. El resultado final, 2-1 para los primeros.

La situación del fútbol en Logroño ha dado un giro radical en los últimos años. A finales de los 80 y principios de los 90 el histórico Club Deportivo Logroñés (CD en adelante) vivía su época dorada, permaneciendo durante varios años en primero y rozando la clasificación para la UEFA. Jugadores como Quique Setién, Tato Abadía y Anton Polster daban tardes de gloria al fútbol riojano, con una excelente afición que destacaba por su deportividad y que dejó muchos amigos por el territorio nacional, como por ejemplo en Gijón. Pero el descenso en el año 97 y los múltiples problemas económicos fueron lastrando poco a poco al equipo, hasta su liquidación en 2009.

Durante su agonía fueron muchos los intentos por suplantar su identidad y hacerse con la supremacía del fútbol en la capital riojana. Fueron los casos del Fundación Logroñés y el Logroñés Club de Fútbol (Recreación). Ninguno de ellos llegó a enganchar al aficionado que seguía apoyando al CD.

Con la desaparición del CD en 2009 surgen dos alternativas. Por un lado, la apuesta rápida por volver al fútbol profesional. Por otro, los más románticos que empiezan desde lo más bajo del fútbol regional. El fútbol moderno contra el clásico, la Sociedad Anónima Deportiva (el poder del dinero) contra el Club (un socio un voto). Y nacieron así la UD y la SD, distinto nombre, pero el mismo apellido, el del ya extinto histórico Logroñés.

La UD sucedía al  Club Deportivo Varea en segunda B y desde entonces no se ha movido de la categoría de bronce. Disputa sus partidos en el Nuevo Las Gaunas. Por su parte, la SD ha escalado desde lo más bajo consiguiendo el ascenso a segunda B la temporada pasada. Desterrados al Mundial 82, este año vuelven a las Gaunas, previa compensación económica a su equipo vecino. Uno de sus objetivos es mantener su forma jurídica y no caer en la trampa de las SAD. No gastan más de lo que generan. Su plantilla actual está compuesta por jugadores riojanos y su entrenador no es otro que uno de los estandartes del CD Logroñés y de la lucha contra el fútbol moderno: el Tato Abadía. Otra buena noticia para sus aficionados es que han conseguido las marcas del equipo histórico.

Tato Abadía, entrenador de la SD Logroñés

Pocos saben lo que pasará a partir de ahora con el fútbol de Logroño. Parece el comienzo de una rivalidad, que  seguro será lo más sana posible. Mucha suerte a ambos equipos, pues la afición de Las Gaunas, sea de un equipo u otro, merece más que nadie la vuelta al fútbol profesional.