sábado, 21 de julio de 2012

La cuenta de la vieja y el presupuesto del Sporting



El presupuesto del Sporting: la cuenta de la vieja

El parón veraniego hace que la actualidad deportiva del Sporting quede en segundo plano y que salgan a la palestra temas en un principio secundario. Uno de ellos, es el referente al presupuesto para la temporada 12/13, que debido al descenso de categoría sufre importantes restricciones que fundamentalmente afectan a la confección de la primera plantilla, con el consiguiente mosqueo del aficionado.

Días atrás, el presidente Vega Arango anunciaba un presupuesto para la nueva temporada de 11 millones de euros. Los principios de la contabilidad doméstica, más conocida como la cuenta de la vieja, provocan opiniones precipitadas sobre dicha cifra, calculada con normas del Plan General de Contabilidad (PGC) de difícil comprensión para los no expertos en la materia (amortizaciones, aspectos fiscales, ajuste de valor de la deuda, impuestos etc) . El resultado de dicho proceso no va a coincidir con el cash flow generado, que sin embargo habrá que tenerlo en cuenta para estimar el remanente para pago de deudas. En resumen, un lío.

A nadie debe coger por sorpresa a estas alturas un poco de racanería en el gasto, viendo la política de aversión al riesgo, amarrategui para entendernos, llevada a cabo por el Consejo de Administración en los últimos tiempos. Los aficionados somos más amigos de una política de inversión en plantilla que ayude a generar ingresos.  Pero es cierto, que la el concurso de acreedores y la situación de crisis global, condicionan mucho la elección de la estrategia a seguir.

Tener la opción de pasar de un presupuesto de 32 M a 11 M, sin tener que tomar medidas drásticas (ERES, rescisión o ventas a saldo de jugadores con fichas altas etc), es sin duda alguna, una buenísima noticia. La gran mayoría de equipos que descienden no tiene dicha posibilidad, que se lo pregunten a nuestros vecinos cántabros. Esa flexibilidad presupuestaria le permite al Sporting mantener gran parte de la plantilla de Primera División, a costes de Segunda.

Una vez que existe la posibilidad de reducir a 11 M (ver veremos) ¿es la mejor de las opciones? ¿puede permitirse aumentar el gasto? Para responder a estas preguntas habría que valorar una serie de factores que sólo se conocen en la casita de cristal. Desconocemos si esa cifra de gasto, condicionada por unos ingresos estimados, puede incrementarse en caso de que dichos ingresos aumenten. Por ejemplo, puede darse el caso de que solo se hayan tenido en cuenta los procedentes de la actividad ordinaria excluyendo los obtenidos por el traspaso de jugadores. Sería un tanto osado, por lo tanto hacer valoraciones sobre esta cifra.

Pero lo que más preocupa al seguidor rojiblanco es esa necesidad, que pretenden vendernos, de traspasar a jugadores para cumplir con los pagos de las deudas concursales. No es la primera ni será la última vez que desde el Consejo se utiliza este argumento para justificar un traspaso. La estrategia de comunicación del club, consistente en sacar pecho a la hora de hablar de beneficios, y de dar pena en la campaña de abonados o a la hora de justificar traspasos, está ya demasiado vista, caduca. Todo deriva de esa falta de comunicación y transparencia, y de ser incapaces de transmitir que a pesar de todos esos beneficios obtenidos el club tiene una preocupante falta de liquidez, recogida como incertidumbre en el informe del auditor en la temporada 10/11. Y que ello es perfectamente compatible, sin necesidad de ser malpensados con el tópico de que el dinero se pierde de camino a Marbella. Solo con molestarse en explicar los activos en los que se invirtieron las ganancias, y a ser posible su rentabilidad (si es que existiera), daríamos un gran paso adelante.

Si tras todo esto, alguno continúa con ganas de darle vueltas al asunto, conviene tener en cuenta las cifras históricas, tanto del Sporting como de otros clubs que militan o militaron recientemente en segunda división.

En el caso del club rojiblanco, podemos comparar las distintas partidas de ingresos ordinarios del último año en segunda con las de la temporada 10/11. Habrá que tener en cuenta también el tan cacareado seguro por descenso que en el caso del Racing de Santander asciende a 6,27 M para la próxima temporada, y que en nuestro caso será ligeramente inferior.


  
A nadie debería extrañar que a poco que la campaña de abonados vaya bien, los ingresos sin incluir traspasos rondasen los 15 – 18 millones. A partir de ahí que cada uno haga sus cálculos de lo que se debería gastar. Yo me voy a abstener por prudencia, ya que dependerá de los factores comentados anteriormente así como de previsiones en futuros ejercicios. Para terminar dejo unos datos sobre lo ingresado y gastado por otros equipos en temporadas previas, así como lo que pretende hacer el Racing en la próxima. (pincha en el enlace para ver el cuadro más grande)




Exceptuando el caso del Racing, el resto de equipos utilizó políticas más agresivas que el Sporting, no siendo sostenibles en el tiempo pero que sí pueden resultar efectivas en caso de ascenso, pero muy peligrosas especialmente en caso de descenso, como fue por ejemplo el del Tenerife. También hay que tener en cuenta, que muchos de ellos estaban en ese momento en puertas de entrar en concurso de acreedores, o en el inicio de dicho proceso, por lo que aún no se aprecian los efectos de las economías de guerra llevadas a cabo.
Como curiosidad, la del Celta, con gastos ordinarios superiores a ingresos en 3 millones y traspasos por 2 M, pero que cerró el ejercicio con un beneficio neto de 1,8 M. Como para hacer cuentas de la vieja.

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