El caso que hoy es objeto de análisis es el siguiente:
En el año 2011 Sporting y el Doyen Group firman un contrato por el cual éste entrega 2 millones de euros a aquél a cambio de unos determinados porcentajes de los derechos económicos de gran parte de su primera y segunda plantilla. El Sporting reconoce en sus cuentas un ingreso por dicho importe en la temporada 11/12. Sin embargo no reconoce ningún gasto ni deuda con el citado fondo de inversión, hasta que en la temporada 15/16 se resuelve el contrato por aproximadamente 3.300.000 de euros contabilizados en esa temporada como Gastos extraordinarios.
Tal como lo hemos planteado parece claro que el devengo de las obligaciones del Sporting se produciría cada vez que vende un jugador, disminuyendo el beneficio de la operación por la cantidad que le corresponde a Doyen y reconociendo una deuda. Sin embargo existe una cláusula que complica la contabilización y que es un retorno mínimo de 10 millones en favor de Doyen.
¿Significa esto que el Sporting debió contabilizar una deuda en ese momento por 10 millones? En Purismo contable tenemos dudas de cómo deberían haber procedido pero consideramos de que al menos la contingencia debió ser recogida en la memoria.
Aclarado esto vamos a continuar como si tal cláusula no existiese ya que de hecho y según nos han contado y por raro que parezca esa cláusula no se ejecutó. El presidente del Sporting explicó en la Junta que no se contabilizó nada porque no sabían por cuánto contabilizarlo: por cero, por cinco, por 10... Bajo ese punto de vista ninguna contabilidad sería fiable, ya que cualquier duda sobre el importe definitivo, por ejemplo entre 200 y 300 millones, permitiría a los gestores no reconocer una deuda. Sería un auténtico caos si se admitiera dicho criterio. Desconozco si los expertos contables, auditores y el mandamás del Sporting se habrán leído lo que el Plan General de Contabilidad dice sobre las provisiones:
Por lo tanto el PGC establece que cuando un pasivo resulte indeterminado respecto a su importe o a la fecha de cancelación, se registrará como provisión. Y si por lo que sea tampoco lo registras como provisión pues al menos menciónalo en la memoria. En lugar de eso, lo que hicieron los dirigentes, antiguos y nuevos, fue no hacer ninguna referencia a la operación en las cuentas anuales e incluso negar la existencia de dicho contrato. Lo que en mi pueblo se llama ocultar y mentir.
Y por qué cantidad registramos la provisión? Para eso el PGC utiliza el término estimación que por lo que parece en el Sporting nunca se contempla:
Por lo tanto la excusa de "no sabemos por cuánto" queda invalidada fulminantemente por el PGC. Pero todavía hay un par de documentos que dejan en peor lugar aún las explicaciones ofrecidas por el presidente:
El 28 de noviembre de 2013, el propio Javier Fernández reconoce ante notario una deuda cierta, líquida, vencida y exigible por la cantidad exacta de 2.538.750 euros como consecuencia de los traspasos de Trejo, Borja López, Barral y De las Cuevas. Pues esta cantidad tampoco figura en las cuentas de las temporadas 2013-14 y 2014-15 ¿Debemos entender pues que ni los expertos contables, ni el auditor ni Javier Fernández saben cuál es el importe de una deuda de 2.538.750 euros ? ¿debemos entender que tampoco saben de qué color es el caballo blanco de Santiago?
Pero aún hay más. Según se desprende de unos archivos de Doyen publicados en Football Leaks, el importe total de la deuda reconocida por el Sporting es de 3.304.063 euros. Esta cantidad sale de añadir a la anterior el porcentaje por el traspaso de Scepovic. Tampoco esta deuda fue reconocida en su día en la contabilidad rojiblanca. Curiosamente esta cantidad es la misma o muy cercana a la que finalmente cierra la relación del Sporting y Doyen el 29 de febrero de 2016. Esa cantidad ya estaba acordada en marzo de 2015 por lo que es probable que todas las negociaciones anunciadas hasta febrero de 2016 fueran una pantomima.
En Purismo Contable tenemos claro que la principal razón por la que estas deudas no figuraron en las cuentas del Sporting era ocultar la existencia del contrato con Doyen pues existían diversas opciones para contabilizarlas o al menos informar de la operación en la memoria. En lugar de eso se mintió reiteradamente. Consideramos que alegar la indeterminación de la cantidad es tomarnos una vez más por gilipollas. Recomendamos seguir alguna de las opciones indicadas en este post en aras de una mayor transparencia. Pero si lo que realmente se pretende es ocultar la operación la recomendación es seguir el mismo protocolo pero asegurándose de que Football Leaks no te deje en bragas haciendo públicos los contratos.
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