domingo, 9 de diciembre de 2018

Cambio de criterio al cuadrado. Primera parte: la venta de Meré y el exceso de gastos

En los últimos años las cuentas del Sporting se han vuelto muy sosas. Que si beneficios, pagos al día, la deuda baja, patrimonio neto e incluso fondos propios positivos, pocas declaraciones de directivos... Si antes esta página casi se escribía sola ahora hay que echarle un poco de imaginación para poder completar unas pocas líneas.

A pesar de ello es habitual que en época de bonanza también aparezcan una serie de gastos extraños, no previstos, anormales, no presupuestados. Gastos que necesitan explicación, aclaración en la memoria. Y cuanto más la necesitan, menos explicados aparecen. Es decir, que se ve a tres leguas que cuanto menos se hable de ello, mejor que mejor.

Para identificarlos es recomendable echar un vistazo a las desviaciones presupuestarias, comparando el presupuesto con la cuenta de pérdidas y ganancias. Ocurre en las cuentas del Sporting de la temporada 17/18 que el beneficio real es casi superior en 2 millones sobre el presupuestado. Pensar que los gastos no se desmadraron supondría un grave error, pues existe mayores ingresos sobre los presupuestados, que enmascaran una considerable desviación en la cuenta de gastos.

 Son los casos, por ejemplo, de sevicios exteriores con casi un millón de gastos sobre los presupuestados, de  casi medio millón en concepto de Pérdidas por créditos comerciales o más de 600.000 por amortizaciones. Algunos tienen su explicación pero otros no tanto. También  hay que añadir casi otro millón que se imputa a ejercicios anteriores, no se sabe bien si por corrección de errores pasados, cambio de criterio o simplemente "porque nos salió de los cojones".

¿Y por qué pese a este incremento de gastos  el beneficio aumenta en nada más y nada menos que 1.700.000 sobre el previsto? Por varios factores, pero principalmente por una absurda estimación de los ingresos en el caso de la venta de Meré. Para ello hay que remontarse al ejercicio anterior, cuando a un cráneo privilegiado se le ocurrió que al cobrarse el traspaso en ejercicios diferentes, el ingreso, o mejor dicho el beneficio de la venta, podía imputarse a los ejercicios en que se cobrasen, es decir, 5 millones en la temporada 2017/18 y 3,25 millones al 18/19.

Pues bien, hasta el estudiante más zote de un curso de contabilidad básica a distancia CCC. con clase y media ya sabría que por principio de devengo, la totalidad de los 8,25 millones debían imputarse a la temporada 2017/18. Y evidentemente lo sabían ellos, el Consejo y todos sus expertos contables y auditores. Lo sabían, claro que lo sabían. Pero prefirieron hacerlo así y contar en la Junta la milonga de que no lo tenían claro y que hicieron una consulta a la Liga para ver si debían contabilizarlo en dos o en uno. En muchos meses no hubo tiempo a que llegara la contestación de la Liga antes de la celebración de la Junta, así que decidieron tirar palante con tal aberración.

Casualidades de la vida  dos días después de la Junta un periódico publicó que ya había llegado la respuesta de la Liga y que mira tú por donde estaban equivocados. Pero el presupuesto se quedó con sólo los 5 millones del primer plazo de Meré, mientras que en las cuentas anuales ya salen los 8,25 millones. Consecuencia: con esos 3,25 millones de diferencia nadie se fija en el exceso de gasto. O casi nadie.

Tenía que escribir sobre varias cosas más: las pérdidas comerciales, los errores y cambios de criterio y la nueva denominación de los agentes Fifa. y sus posibles implicaciones. Pero como sé que ya estáis aburridos lo dejaremos para otro día.


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