viernes, 23 de enero de 2015

Sombra aquí, sombra allá.

Termina una semana muy caliente en la actualidad extradeportiva del Sporting, aunque las cosas sigan exactamente igual que siempre: no hay Junta de accionistas, no llega la resolución del TEAC, Fernández sigue siendo el dueño, Amado el Capitán General, Veiga con su agenda cargada, Martínez aportando sentido común, Losada y Eraña  acumulando ultimátums sin conseguir escapar de la prisión de Alcatraz en la que se ha convertido el Consejo de Administración del Sporting.

Mientras tanto, ha salido a la luz una petición del Sporting para aumentar el patrimonio neto. La propuesta consiste en aumentar el plazo del disfrute gratuito de El Molinón  40 años. Esto permitiría contabilizar el derecho en el activo del balance, sombra aquí, y aumentar el patrimonio neto, sombra allá. Un maquillaje que no servirá de mucho a los acreedores que seguirán en la cola para cobrar, ni facilitará financiación, ni acuerdos con la AEAT, ni engañará al Reygadas de turno, pues saben que aunque el resultado sea un balance más solvente que el de Apple, lo que dicta la cruda realidad es que el Sporting no tiene ni para papel higiénico.

Disfrutar de papu del estadio municipal gijonés aumentaría el valor contable de la empresa de menos 13 hasta los 5,10,30 o 60 millones que se propongan, en función de los años que quieran firmar (límite de 40) y del valor que declare un perito. Un engañabobos que ni siquiera la propia LFP tiene en cuenta a la hora de evaluar los ratios financieros. Y nos quieren hacer creer que lo van a tener en cuenta Hacienda y los bancos. En fin...

Una propuesta que por otra parte llega tarde y mal. El Sporting lleva en causa de disolución milenta años por lo menos. La solución contable no se basa en una nueva norma, ya que el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas se pronunció al respecto en marzo del 2009 (consulta 6 boletín 77). Seguro que por entonces hubiera colado sin problemas la propuesta del Sporting. Ahora llegan las prisas, tal vez porque se sienten incapaces de cumplir el convenio de acreedores y quieren evitarse las responsabilidades que marca la Ley de Sociedades de Capital.

Y a todo esto llega la alcaldesa Doña Carmen Moriyón a aportar un poco de sentido común  (del de verdad), mandándolos a todos a hacer rimas a Parla. Diciéndoles claramente que se dejen de sombra aquí y sombra allá en la casa de cristal, lo que el Sporting necesita es una gestión económica seria y diligente que a los Fdez, Veiga, Amado y compañia les sonará a chino mandarín.









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