miércoles, 4 de marzo de 2015

Fue un 12 de Abril

No era ni el 3 ni el 15. Ni martes ni jueves. Fue un 12 de abril, sábado, del 2014 y lluvioso o tal vez no. Él estaba radiante de felicidad, era el gran triunfador de la jornada. Había estado toda la tarde del día anterior encerrado en el despacho de su redacción. Periodista de carrera o no, daba igual. Su carrera había sido brillante, repleta de primicias, medallas y condecoraciones. Su vitrina se había quedado pequeña. Periodismo de investigación, puro y duro. Pero le faltaba el colofón final.

Llevaba tiempo tras la pista. Sospechaba algo raro. No era normal tanta venta de jugador, Barral, Botía, Trejo, Borja López o una colecta para reunir 1 millón para el serbio.... Lo había dejado caer el año anterior, el 2013, con tanto desfase presupuestario, un día sí y otro también. Hoy 3 millones, mañana 6 y pasado 16. Pero la prueba definitiva se hacía esperar y prefería ser cauto. Un confidente sin identidad, al que conocían como el fumador, le entregó un sobre con documentos altamente secretos: Balance, Cuenta de Pérdidas y Ganancias, Estado de Cambios en el Patrimonio Neto, de Flujos Efectivos, Memoria ... hasta Informe de auditoría! "Esta es la mía, se van a enterar esos periodistas de pacotilla que van de críticos y esos gilipollas del Portalón que me llaman servil. Tengo tengo a Fredo y Toñín agarrados por los huevos"

Y se pasó toda la tarde en su despacho, con la calculadora echando humo. Es un decir, pues usaba su mac con hoja de cálculo de última generación que importaba balances. Con su traje de cachemir, encorbatado y hasta engominado. Así se veía él. Y así empezó, cual lobo de Wall Street. Porcentajes horizontales, verticales, flujos de efectivo, actualizando valores y tal. Un descanso para estirar las piernas y vuelta a empezar. Fondo de maniobra, ratios de liquidez, de prueba ácida o Acid Test para los más finos, de solvencia, de endeudamiento; Ebit y Ebitda, que pueden parecer lo mismo pero no lo son. A tomar cafetín y a por el informe de auditoría, a descifrar las incertidumbres. Llamada a casa para decir que no cena y a rematar la faena estudiando el vencimiento de los pasivos financieros, comparándolos con los flujos de caja previamente actualizados a una tasa de descuento que él mismo había estimado, mientras a carcajada limpia repetía una y otra vez "¿Dónde os vais a meter los que decíais que el Sporting estaba saneado?"

Dieron las once la noche del 11 de abril, cuando salió de su despacho. Lo había conseguido. "Paren rotativas señores. Esto es mejor que lo de Kanú y que el chiste de un inglés, un suizo y un mexicano que os contaré dentro de unos meses.  Tenemos portada para mañana,  día 12 de Abril de 2014."  Lo había conseguido, era el colofón. El Sporting tenía una grave crisis económica y él lo había destapado.




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