jueves, 28 de octubre de 2010

Cantera asturiana: el Colegio Inmaculada

Hace unos meses, el Sporting benjamín se proclamaba brillantemente campeón de España, categoría dominada en los últimos años por los equipos asturianos (al menos Xeitosa y Juventud Estadio se trajeron la copa a Asturias en los últimos años).

Menos frecuente es ver a un equipo asturiano ser campeón nacional en alguna categoría de campo. El propio Sporting lo consiguió a principios de esta década en cadetes y juveniles. Pero mucho antes de todo eso, otro equipo daba la gran campanada y desde Castellón conseguía traerse al Principado, la Copa de Campeón de España Infantil.



Corría el año 1967 cuando el equipo infantil de Colegio Inmaculada de Gijón, tras ganar las fases regional y del sector, se dirigía hacia el estadio de Castalia (Castellón) a disputar el campeonato nacional de la categoría. La tarea no resultaba nada sencilla, pues tendría que enfrentarse a equipos de la talla del Real Madrid y Barcelona. Contra todo pronóstico, el equipo colegial derrotó a los primeros en semifinales y a los blaugranas tras una eterna tanda de penalties en la final. Toda una gesta para la institución y para el fútbol asturiano y prueba de ello fue el recibimiento que se les dio en el Estadio del Molinón. 



Los éxitos del equipo no se acabarían ahí, pues en el 78 y 85 repetirían proeza en categoría cadete, sin bien hay que mencionar que estos campeonatos eran sólo para escolares.



Jugadores internacionales de la talla de Eloy Olaya (tercero por la izquierda fila de abajo), Manjarín y Bango dieron sus primeras patadas al balón en sus céntricas instalaciones, mientras que otros muchos llegaron a la Primera División, la mayoría de ellos en las filas del Sporting como fue el caso de Zurdi (segundo por la izquierda fila de abajo), Isma o más recientemente Pedro

A principios de siglo sufrieron el saqueo del resto de equipos gijoneses,, que les hizo desaparecer de los puestos de honor del fútbol asturiano. Actualmente, de la mano de uno de aquellos campeones de Castellón, Crespo, tratan de recuperar su viejo esplendor sin perder de vista su principal tarea, la de formación como personas de sus jugadores.

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