El Sporting y el fútbol base gijonés

Existen muchos aspectos en los que los dirigentes del Sporting tienen reflexionar para tratar de mejorarlos. Uno de los más sangrantes es el relativo a su relación con los otros equipos del fútbol base gijonés.  Sería positivo cambiar esa mentalidad de centrarse exclusivamente en los equipos filiales y se debería ayudar a potenciar al resto de equipos colaboradores. El motivo es fácil, cuantos más personal cualificado y mejores infrastructuras tengan el resto de equipos, mejores jugadores tendrá el Sporting a su disposición para incorporar a sus equipos filiales. Esto parece de perogrullo.

Pues no parece que el club rojiblanco cuide mucho este aspecto. El club firmó un convenio con el Ayuntamiento en el que una de sus obligaciones era donar a la Asociación de clubs del fútbol base la recaudación de un partido jugado entre sus dos primeros equipos. Este partido, además de convertirse en una pachanga sin árbitro y sin uniformes oficiales, estaba programado para las 12 horas del sábado y no se sabe muy bien el porqué, se cambió a las 10 AM, lo que supuestamente redundó en una importante merma en la recaudación. Feo detalle de los dirigentes del club, que además están tirando piedras sobre su propio tejado. Ésto, unido a la mala o nula gestión de la Fundación, que es la que debería financiar la escuela de fútbol y ayudar al desarrollo del fútbol base local, ayuda a dañar la imagen del club.

Una muestra del descontento con el Sporting, lo podemos leer hoy en la Nueva España:

Pobre fútbol base!

Ese simulacro de ayuda del Sporting a los clubes modestos

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¡Pobre fútbol base!  

PABLO MONELLA La verdad que uno, que siempre estuvo ligado al fútbol más modesto, observa con cierta inquietud y desesperanza cómo se está desarrollando el devenir de los mantenedores de este fútbol, tan loado por los grandes, de palabra solamente, y después tan maltratado a la hora de la verdad. Debo decir que después de 42 años inmerso en este fútbol, de directivo, entrenador y presidente, así como viéndolo desde los organismos oficiales, me marché aburrido y cansado de tantos sinsabores recibidos; por eso, ahora, quiero alzar mi humilde voz en pro de todos los clubes modestos de esta Territorial, que se merecen algo más de lo que están padeciendo.

Con la huida de los patrocinadores por la crisis galopante que padecemos, con la poca aportación de los ayuntamientos, que se mecen en una falta de recursos para apoyar, con la Administración regional inmersa en el despilfarro más absoluto, sin que nadie le ponga coto, y millones de euros en bolsos de particulares sin escrúpulos, sirviendo de disculpa para dejar en una simple limosna la aportación a los equipos, con políticos haciendo campaña para acoger eventos imposibles de amortizar -la cacareada semifinal de Copa Davis, que con la mitad de su inversión pagaría sus gastos la totalidad de clubes modestos-, con las televisiones comerciales haciendo la competencia en los pocos horarios disponibles para jugar sus partidos los más modestos, y para ende, y que nadie me malinterprete, con ese simulacro de ayuda por parte del Real Sporting hacia la Asociación de Clubes, con ese partido de colaboración contra su equipo filial en las instalaciones de Mareo, y a una hora muy «cómoda» para todos: las diez de la mañana de un sábado, ya nos contarán los administradores de los distintos clubes para qué les ha llegado la recaudación tras el reparto recibido.

Siento un gran respeto por todos los clubes que siguen navegando en estos mares turbulentos y de difícil navegación, y creo que más de uno debería de ponerse colorado por todo lo que estos equipos están padeciendo. Pero cuando se está en puerto seguro y en lo más alto es difícil catalogar lo que sucede en el fondo. Creo que para estos directivos modestos, el fútbol no está en vencer sino en nunca desanimarse. Vaya para ellos mi más absoluta admiración y reconocimiento.