La adquisición de jugadores se valora por su coste, es decir, el precio del traspaso pagado al equipo de procedencia. Se amortizará en función de los años de contrato. Por lo tanto, el valor contable de un jugador proveniente de la cantera, será cero, ya que no existe traspaso.
Ello da lugar a curiosas paradojas. En la contabilidad del Barça, un jugador como Ibrahimovic, que no ha cumplido las expectativas y al que han enseñado la puerta de salida, lo encontraremos valorado en torno a los 50 millones (coste menos amortización de un año). Sin embargo, Leo Messi, el jugador más importante de la plantilla estará valorado en 0.
Otra paradoja, es que si vendemos a Messi por 20 millones, lo que aparentemente es regalar una estrella mundial, sería registrado económicamente con un beneficio por el mismo importe. Mientras que la venta de Ibraimovic por los mismos 20, daría lugar a una pérdida de unos 30 M. ¿se quiere decir con ello que es más rentable vender al sueco? Evidentemente NO.
Por ello me resulta curioso que no se valore a los jugadores por el valor de mercado, aún teniendo en cuenta la dificultad que ello conllevaría. La función principal de la contabilidad es dar información útil para la toma de decisiones. ¿Qué utilidad tiene entonces valorarlo por el precio de adquisición y no por el de mercado?
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