M. ROSETY / J. ESCUDERO | MÁLAGA..-
El Ayuntamiento y el Sporting han llegado a un acuerdo para el arrendamiento de las instalaciones de Mareo por un periodo de diez años. Como contraprestación, el club gijonés abonará al Consistorio unos 60.000 euros por cada año que dura el convenio, que, únicamente, está pendiente de documentar.
La idea inicial del Sporting, como adelantó en su día EL COMERCIO, así como la de Paz Fernández Felgueroso, era la de recuperar la propiedad de las instalaciones rojiblancas antes de que concluyera el mandato de la alcaldesa, pero dificultades legales para encajar la operación lo hacen inviable por el momento. No obstante, la entidad que preside Manuel Vega-Arango, en pleno crecimiento, confía en recuperar la propiedad de Mareo en los próximos años.
El Sporting estaba dispuesto a acometer la recompra este año y el Ayuntamiento se comprometió a buscar los recursos legales para ello, aunque, finalmente, no los encontró. Había también ciertos flecos en la operación, puesto que el conjunto rojiblanco no se podía exponer a pagar lo mismo en Primera que en Segunda, donde los ingresos son muy inferiores.
Santiago Martínez Argüelles, concejal de Hacienda y candidato a la Alcaldía de Gijón por el PSOE, reconoció ayer sobre la nueva operación que «está muy avanzada y estamos cerrando flecos de la negociación. Hay aspectos administrativos que tenemos que consultar y que tienen que ser cerrados por nuestros servicios técnicos y jurídicos, pero será una solución que dará bastante estabilidad al futuro de Mareo», y puntualizó sobre la estructura del acuerdo que «no es exactamente una prórroga. Probablemente, la actual Junta de Gobierno lo pueda resolver antes del 11 de junio y, si es posible, antes del 22 de mayo».
Mientras, Pilar Fernández Pardo, candidata a la Alcaldía de Gijón por el PP, aseguró sobre el convenio que «prefiero recabar esa información de primera mano y luego pronunciarme porque no hemos sido informados».
Las instalaciones de Mareo fueron adquiridas por el Ayuntamiento en julio de 2001, cuando el club gijonés atravesaba una de las crisis más graves de su historia, con una situación en la que había amenaza de descenso administrativo a Segunda B, con una importante deuda arrastrada y en una categoría en la que la viabilidad era dudosa. El Sporting necesitó vender su patrimonio, que fue tasado en nueve millones de euros, al que hubo que encontrar la fórmula de la venta de las marcas para completar los doce millones de euros que se precisaban para hacer frente al pago de las fichas de los jugadores y a varios embargos de la Agencia Tributaria.
La Nueva España
Responsables políticos y técnicos del área económica del Ayuntamiento de Gijón ultiman la elaboración de un contrato que regule en los próximos años la vinculación del Sporting a las instalaciones deportivas de Mareo como un simple inquilino. Este protocolo, al que se tendrá que dar el visto bueno en una próxima Junta de Gobierno, es la alternativa a la ejecución de la opción de recompra de la escuela de fútbol que tenía el club deportivo al cumplirse diez años de la firma del contrato que convertía esa propiedad del Sporting en parte del patrimonio municipal.
A tres meses de que termine el tiempo establecido en el contrato de 2011 para ejecutar esa opción prioritaria de recompra, el Sporting no ha considerado oportuno afrontar esta importante operación económica pese a que había anunciado en numerosas ocasiones su interés por recuperar la escuela de fútbol que forma parte de su identidad social y deportiva. No hay que olvidar que el Sporting, aunque ha mejorada sustancialmente su situación, tiene ante si un complejo y largo calendario de pago de deudas con origen en el proceso concursal al que le llevó Coral Golf.
El Ayuntamiento de Gijón decidió en 2001 solventar parte de la angustiosa situación financiera del Sporting de Gijón poniendo en las arcas del club un total de 2.025 millones de pesetas a través de la compra de las marcas del club por un total de 500 millones y de Mareo por 1.525 millones. La idea era dar un respiro ante Hacienda a la entidad deportiva y preservar, al tiempo, una imagen y una escuela de fútbol que se consideraban tan importantes para la entidad deportiva como para la ciudadanía gijonesa. El Sporting podía recuperar marcas y Mareo en un plazo de ocho y diez años, respectivamente, sumando simplemente la actualización del indice de precios al consumo (IPC) al precio inicial de compraventa.
Y así lo hizo con las marcas. Ayuntamiento y Sporting firmaban en el último trimestre del año 2009 un contrato que permitía al club recuperar el control sobre su nombre y marcas a través de varios pagos en diez años. El precio final se estableció en 3.765.340,75 euros y las anualidades oscilaban entre los 600.000 euros de la primera factura, los 900.000 del último tramo y una media en el proceso intermedio de 200.000 euros. El contrato al que daban su apoyo el Gobierno de Paz Fernández Felgueroso establecía que el dominio sobre las marcas estaría reservado al Ayuntamiento hasta que el Sporting culmine todos los pagos para evitar que acabaran en terceras manos.
Recuperar Mareo para el Sporting resultaba algo más complicado porque, para empezar, es una operación económica que tiene como punto de partida la cifra de nueve millones de euros. A ese dinero, que también se habría podido pagar en plazos, habría que sumar el coste de las inversiones que ha venido desarrollando el Ayuntamiento a lo largo de estos años.
La intención del Ayuntamiento es que las condiciones económicas del alquiler no vayan más allá de las actuales, unos 80.000 euros al año. Más complejo resulta encontrar una fórmula jurídica adecuada para que el documento mantenga esa situación de prioridad del Sporting sobre la propiedad de la escuela de fútbol de Mareo en caso de que quiera recuperarla ya que por ley, ya no se puede mantener la cláusula actual de recompra
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