Se consumó el descenso del Sporting B a tercera división

A la tercera fue la vencida, tras 2 temporadas salvando la categoría sobre la bocina, se consumó el regreso del filial sportinguista a la Tercera División. Un descenso al que no se le pueden poner excusas de ningún tipo, ya que con los 34 puntos conseguidos hasta el momento el milagro era que las matemáticas mantuvieran la esperanza hasta esta jornada.

No creo que descender a tercera división sea para hacer un drama. La Segunda división B exige un nivel competitivo que es difícil combinar con la formación de los jugadores, por lo que es normal que a menudo sean los filiales los que ocupen los puestos de descenso. Sin ir más lejos, al Espanyol le pasó lo mismo la temporada pasada, y aunque está haciendo una mediocre tamporada en Tercera,  hoy vemos a su primer equipo plagado de canteranos luchando por la clasificación para la Europa League.

Javi Vidales hizo una apuesta arriesgada renovando casi por completo un filial que era ya un poco mayor . Apostó fuerte por jugadores aún en edad juvenil, como Mera y Guillermo Méndez, que se unieron a Juan Muñiz y Sergio, sin olvidarnos de los también jóvenes Alex Menéndez, Barrera y Diego. A ellos se unió a mitad de temporada Alex Serrano, aún en edad cadete.

Para tirar del carro, se trajo a jugadores con más experiencia, como Gálvez y Cruz, y a estas alturas aún no se sabe cual era el central y cual el pivote. Con Guillermo Pérez se contó poco y en el mercado de invierno salió hacia Albacete. Las grandes apuestas fueron Mendy y Sosa. Ambos tuvieron múltiples problemas que les hicieron entrar tarde y mal en el equipo.

Pero hay una cosa que es la que más molesta a los que siguen habitualmente los partidos del filial. Y es el estilo de juego, basándolo prácticamente todo en el pata pum parriba, con el que poco se beneficiaba a jugadores de la clase de Juan Muñiz, Mera o Guillermo. Los números de los delanteros son realmente procupantes, pero no parece que la culpa sea precisamente de ellos.

Aún con todo hubo notas positivas. La primera y más importante fue la promoción al primer equipo de Nacho Cases, futbolista clave en el resurgir de la segunda vuelta. La segunda fueron las victorias de prestigio ante equipos potentes como Alavés y Eibar, y sobre todo la conseguida en el campo del Oviedo, jugando gran parte del encuentro con un jugador menos.

Toca ya pensar en el futuro y esperemos que este descenso no provoque una desbandada. Algunos como Juan y Sergio cuentan para el primer equipo, por lo que su continuidad parece asegurada. Más difícil serán los casos de los de fuera: Gálvez, Cruz, Mendy y Sosa. Se esperan también cambios en el banquillo, donde Alejandro Menéndez puede ser una opción, al igual que Manolo, que hizo una gran temporada en el juvenil B, y que ya tiene experiencia en el fútbol de élite tras su paso por el Ferrol. Aclarar que todo esto son suposiciones mías.

Lo que ya no es invención mía, es que los buitres carroñeros han aprovechado este descenso para buscar un cambio en la dirección de en la EF de Mareo, que hasta ahora ostenta Pepe Acebal. En primer lugar, y aunque no estoy seguro al 100 %, creo sus funciones eran las relacionadas desde el juvenil hacia abajo, por lo que poca responsabilidad se le puede exigir, o al menos eso creo, en todo lo que haya sucedido en el filial, al menos desde que él mismo lo ascendiera a Segunda B. Pero esto poco va a importar a los periodistas, que ya han iniciado su campaña vía twitter presentando a Roberto Robles como el candidato idóneo. También circula el rumor en los foros de que será Rogelio el elegido.